Cinco buenas prácticas de sostenibilidad en el diseño de oficinas
Muchas empresas afirman ser ecoamigables, pero pocas se han comprometido realmente con la sostenibilidad. Para ser sostenible, se deben implementar buenas prácticas que apoyen estas iniciativas medioambientales.
La sostenibilidad es una tendencia creciente en el diseño de oficinas. Muchas empresas se están dando cuenta de la importancia de incorporar iniciativas ecológicas a sus prácticas.
Cada vez son más comunes las “oficinas sostenibles”, es decir, aquellas que cumplen con sus requisitos funcionales y, al mismo tiempo, protegen el medioambiente y promueven un entorno saludable para los empleados.
Dado que el sector de la construcción consume el 36% de la energía a nivel mundial y produce el 39% de las emisiones de CO2 (según la Agencia Internacional de la Energía (AIE)), hoy en día la arquitectura sostenible se compromete a crear entornos que reduzcan la huella de carbono en el planeta.
Para ello, se propone la economía circular como una tendencia vanguardista en cuanto a prácticas sostenibles para los diseños de oficinas.
La economía circular como parte del diseño de oficinas
Un edificio sostenible no solo busca reducir su impacto ambiental, sino también procura utilizar un recurso limitado de forma eficaz y eficiente. Es por ello que la economía circular se plantea como una propuesta para lograr este objetivo.
La economía circular se define como un modelo económico alternativo que pretende reducir y reutilizar los materiales y la energía, a diferencia de su contrapartida lineal, que se centra en el consumo y la eliminación continua.
En el contexto del diseño de oficinas, un enfoque circular puede integrarse en el proceso de construcción planteando preguntas como: ¿Cuántos residuos producirá este edificio? ¿Se están utilizando materiales reciclados o reutilizados? ¿Cuántos recursos se consumen? ¿Cómo se pueden usar estos recursos de forma más eficiente y por mayor tiempo?
Para la revista de arquitectura y diseño Architectural Digest México y Latinoamérica: “la arquitectura circular pretende resolver esta cuestión construyendo a partir de elementos y materiales desechados construcciones anteriores, ya sean reciclados o reutilizados, para darles una segunda vida.”
De esta forma, el objetivo es que las oficinas sean capaces de realimentarse a través de sus propios sistemas, reduciendo la necesidad de materias primas y de gestión de residuos que no se pueden incorporar en el medioambiente.
Por ejemplo, para fomentar la economía circular, nuestro aliado Teknion desarrolló un programa llamado DIVERT. Según Tracy Backus, Directora de Sostenibilidad de Teknion, este programa cuenta con el seguimiento y prolongación efectiva del ciclo de vida de los productos del mobiliario. Para ello, se da de baja el producto cuando el cliente ya no los necesita, ofreciendo así la alternativa de vender, donar y/o reciclar dividiendo el producto por materia prima. Todo esto en búsqueda de minimizar el impacto ambiental del transporte del mobiliario o materia prima. Se contempla elegir una organización local que compre o a la cual se le done el mobiliario y realice el reciclaje.
Es importante no caer en el greenwashing de oficinas
Con la creciente concienciación ecológica, son muchas las empresas que han tomado el concepto de sostenibilidad como una estrategia de marketing para anunciar que su producto es respetuoso con el medioambiente, cuando en realidad tiene poco o ningún impacto positivo en el mismo. A esto se le conoce como “greenwashing”.
En el mundo del diseño de oficinas es importante comprender el verdadero concepto de sostenibilidad. Para Adriana Tache, Gerente de Ventas de Milliken: “el greenwashing es fácil de identificar, porque simplemente una empresa que hable de procesos o productos sostenibles, debe contar sí o sí con el respaldo de entes externos que lo certifiquen.”
De igual forma, Teknion hace especial hincapié en la importancia de exigir que los productos cumplan con los estándares de sostenibilidad de la industria: “sin la documentación y basando la confianza únicamente en promesas, la industria está fracasando.”
Para ello, es muy necesaria medidas como el DFE design for enviroment (diseño para el medio ambiente), un enfoque proactivo para incorporar atributos ambientales en el proceso de diseño. Se ha demostrado que es una forma efectiva de tener un impacto ambiental positivo a través del diseño de productos y prácticas de fabricación.
Entonces, ¿cuáles son las buenas prácticas que deben implementar las oficinas verdaderamente sostenibles?
1. Todos los materiales cuentan
No solo el edificio en sí debe ser sostenible, sino todo lo que hay dentro de él. Al considerar tanto los materiales de construcción como el mobiliario de la oficina, es necesario tener en cuenta la producción, el transporte y la posible reutilización o reciclaje de todos los productos dentro de ella.
Para lograr este verdadero ecosistema sostenible, Adriana Tache, propone una asociación con proveedores que ofrezcan productos 100% ecológicos con sellos de sostenibilidad y que promuevan la protección del medioambiente.
En Mepal sabemos la importancia de que todos nuestros productos y proveedores cuenten con estos requerimientos. Por eso, estamos aliados con empresas que aplican políticas de sostenibilidad y reciclaje como Milliken (pioneros en el desarrollo de alfombras), Dauphin (líderes en soluciones de asientos innovadoras para los sectores de oficina) y Teknion (líderes de mobiliario para espacios de trabajo).
2. Mobiliario sostenible
En relación con el punto anterior, una buena práctica verde en el diseño de oficinas es elegir mobiliarios ergonómicos que estén fabricados con materiales sostenibles, reciclados o reciclables, como la resina reciclada, el corcho, los tejidos naturales o el PVC. De esta forma, los muebles también forman parte de la cadena de producción sostenible dentro de una oficina.
Nuestro proveedor de sillas, Dauphin, cuenta con muchas opciones disponibles en cuanto a sillas de oficinas sostenibles. Varios de sus modelos incluyen tapicerías ecológicas de telas de cubierta tonal, que está hecha en un 99% de botellas de PET recicladas, así como de materiales ecológicos como madera y pegamentos con base de agua.
3. Gestión de eficiencia energética
El mayor consumo dentro de un edificio se debe a los sistemas de refrigeración y calefacción. Por ello, la mejor manera de conseguir alta eficiencia energética es utilizar aislamiento térmico para evitar la entrada de frío en invierno y usar sistemas de refrigeración pasiva en verano.
Las soluciones de ventilación mecánica de doble flujo, por ejemplo, también son otra alternativa para garantizar salubridad en las estancias y ofrecer calor en épocas de frío y refrigeración durante el verano.
Además de utilizar la menor cantidad de luz posible, la electricidad debe ser generada por sistemas de energía renovable, como los paneles solares. Para una buena iluminación natural sin necesidad de electricidad, es esencial que el edificio esté construido con base en una orientación que recoja el máximo de luz natural.
4. Gestión de eficiencia hídrica
De acuerdo con la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura, para el año 2050, el 52% de la población se asentará en núcleos de población con escasez de agua. Ante este panorama, el compromiso con la eficiencia hídrica nos compete a todos.
Una de las mejores prácticas para ahorrar agua es instalar dispositivos medidores del consumo. Gracias a los datos obtenidos por dichas lecturas, se puede llevar un control exhaustivo del consumo de agua dentro de la oficina. Además, es posible:
- Incorporar grifos que reduzcan la presión del agua con sensores, lo que puede ahorrar hasta un 70% de agua.
- Instalar sanitarios de alta eficiencia que no consuman más de 6 litros por descarga y que cuenten con el sello Water Sense patrocinado por la EPA (Environmental Protection Agency).
- Uso de aguas pluviales.
- Implementar sistemas de tratamientos y reutilización de aguas residuales que permiten su uso, una vez tratadas, en inodoros, en el riego de jardines o en las torres de refrigeración.
5. Responsabilidad social
Para integrar prácticas sostenibles en la cultura de la empresa, también se deben participar activamente en acciones socialmente responsables con el medioambiente.
Nuestro aliado Dauphin participa en la creación de iniciativas de responsabilidad social que contribuyen a reducir la huella de carbono, como la iniciativa EcoLab, en la que el equipo de producción reutiliza excesos de textiles para crear piezas promocionales. También han iniciado colaboraciones con organizaciones como Amigos de Costa Rica para conservar y promover el crecimiento de arrecifes de coral.
Por otro lado, Teknion participa activamente en programas de reducción de carbono basados en la ciencia con el CDP (Proyecto de divulgación climática), organización benéfica que administra el sistema de divulgación global para inversores y empresas para gestionar sus impactos ambientales.
Teknion ha estado midiendo, modificando y gestionando las emisiones de CO2 desde 2010 en un 43 % y se ha comprometido a seguir reduciendo en un 5 %, año tras año, hasta 2030.
Cada vez con mayor frecuencia las empresas buscan ser más eficientes en cuanto al uso de la energía y reducción de residuos. La razón es que la aplicación de buenas prácticas de sostenibilidad para que el diseño de oficinas sea realmente sostenible, no solo las hace más ecológicas y saludables para sus habitantes, sino que puede reducir significativamente la cantidad de dinero que se gasta en energía.
En alianza con Castleberry Media, nos comprometemos a cuidar nuestro planeta, por eso, este contenido es responsable con el medio ambiente.